miércoles, 10 de diciembre de 2008

jueves, 4 de septiembre de 2008

Metàforas de papel

Metàforas de papel
Por Omar Gasca
Que la escultura circule menos que la pintura se debe a dos razones: hay menos escultores que pintores y, por otra parte, el traslado de aquèlla suele ser complicado y caro. Màs si las distancias son grandes y median aeropuertos y aduanas con sus respectivos sistemas de seguridad, en los que la norma, la paranoia o ambas, cuando no la estupidez, obligan frecuentemente a desembalar objetos de toda ìndole, sobre todo si su apariencia es tan atìpica como el portador, quien inútilmente intentará explicar la naturaleza del contenido, quizá no muy diferente a la del contenedor.
Con inteligencia pero también con sus muchos recursos creativos –y díríamos, estratègicos y tácticos– Roberto Rodríguez no sólo ha sabido enfrentar el problema sino sacarle provecho. ¿Para què embalar, cargar pesos y volùmenes incómodos que en algùn momento los hombres de uniforme harán desnudar, si con un poco de papel pintado e hilos y maderitas se puede hacer varias piezas desdoblables y colgables que cumplirán satisfactoriamente con el cometido de ser esculturas al tiempo que componentes de una instalación? La clave es la portabilidad, la vehicularidad, es decir, esos que son los factores que signan la cultura de nuestro tiempo y que permiten llevar dos o tres películas y cientos y hasta miles de canciones en un dispositivo de bolsillo. ¿Por qué no, entonces, esculturas en caja?
La solución de Rodríguez, del género sculpture to go o ecultura para llevar, termina siendo un ejemplo de la idea bauhausiana, más precisamente gropusiana de que “la forma sigue a la función”, y se inscribe, junto con los primeros móviles de Calder y las máquinas inútiles de Munari, en un ámbito en el que la sencillez, la ligereza, la levedad y la gravedad lo son todo. Con una diferencia: la obra de Roberto Rodríguez no responde primero a una iniciativa estètica y expresiva sino a una funcional, la de mover, llevar y colocar con el mìnimo de esfuerzo. Así, sus piezas se identifican con la economía estructural de la naturaleza y, por otra parte, al emplear materiales baratos, con el arte povera y, tambièn, con el minimalismo.
Luego sigue el tono, el caràcter de la obra, los valores expresivos, y si la clave de lo funcional es la portabilidad, la de lo estètico es, en principio, la gravedad. Las piezas no se yerguen, es decir, no se levantan y ponen derechas sino que caen y quedan, y lo hacen bastante al modo del juego de tablitas y listones que todavía venden en algunos mercados, excepto que en este juego la idea es mover las piezas, producir una suerte de desdoblamiento continuo, aunque buena parte es una impresión, una ilusión.
Lo demàs es pintura y algunos tratamientos plásticos, con los cuales el autor dota a la obra de los signos tìpicos, característicos, recurrentes de su escultura policromada, si bien ahora podría hablarse de que màs que esculturas o además de esculturas estas piezas son nuevos soportes de la pintura, siguiendo un poco la línea de pensamiento de Ignacio Salazar y otros, que se refieren a la pintura salida del lienzo, de la pared, de sus soportes tradicionales para ir a dar a otras superficies y objetos.
Aunque lo más interesante de esta obra de Roberto Rodríguez es lo de siempre: su sencillez, su simplicidad, su carácter íntimo, pero todavía más esa curiosa, paradójica relación entre lo viejo y lo nuevo, lo primitivo y lo moderno, como si se tratara de realizar obras atemporales con la perversa idea de confundir a los arquéologos y críticos del futuro.
¿Por qué Metáforas de papel? Suena bien, es un título evocativo, aunque más bien provoca que evoca. Introduce la clase de ruido que mueve a interpretar cualquier cosa. ¿Metáforas con relación a qué? La metáfora es un tropo, una figura retórica que consiste en el uso de una expresión con un significado diferente o en un contexto distinto al habitual. De acuerdo con I. A. Richards la metàfora tiene tres niveles o componentes: el tenor, que es aquello a lo que la metáfora se refiere, es decir, el término literal; el vehículo, que es lo que se dice, el término figurado; y el fundamento, que es la relación existente entre el tenor y el vehículo (para más señas, el discurso). ¿Cuáles son aquí las relaciones? Ademàs de otras respuestas, por lo pronto parecería que el tropo, el giro mayor consiste en hacer sencillo lo complejo, fàcil lo difìcil, y de otro lado resolver como lo hace quien conoce màs de alternativas que de límites.

sábado, 23 de agosto de 2008

Niñas, niños y sones

sirena con flauta, mixta sobre madera, 20 x 20 cm, 300 pesos
Niño jarocho, mixta sobre madera, 20 x 20 cm, 300 pesos

Angel con osito, mixta sobre madera, 20 x 20 cm, 300 pesos

Niña durmiendo, mixta sobre madera, 20 x 20 cm, 300 pesos

Serenata con pavon, mixta sobre madera, 20 x 20 cm, 300 pesos

Niña jarocha, mixta sobre madera, 20 x 20 cm. 300 pesos

Serenata huasteca, 122 x 122 cm, mixta sobre madera, 5000 pesos

MANUEL DE JESÚS VELÁZQUEZ TORRES
Privada de Fuerza Motriz # 1, Colonia Benito Juárez
Xalapa, Veracruz, México, cp. 91070
Tel.: 01 228 817 71 58.
Email: mymxvm@yahoo.com.mx
mvelazqueztorres@hotmail.com
Pagina: www.manuelvelazquez.com.mx
http://velazquez.omargasca.com
Blog: http://manuel-velazquez.blogspot.com
http://manuelvelazqueztorres.blogspot.com





Portaretratos mexicanos

Portaretrato gato amarillo, mixta sobre madera, 22 x 27 cm, 300 pesos
Portaretrato de frida, mixta sobre madera, 22 x 27 cm, 300 pesos

Portaretrato sol y luna, mixta sobre madera 22 x 27 cm, 300 pesos


Portaretrato de sirena, mixta sobre madera, 22 x 27 cm, 300 pesos



portaretrato de gato, mixta sobre madera, 22 x 27 cm, 300 pesos




Portaretrato de frida, mixta sobre madera, 22 x 27 cm, 300 pesos





Portaretrato de virgen de guadalupe, mixta sobre madera, 22 x 27 cm, 300 pesos









Portaretrato de virgen, mixta sobre madera, 22 x 27 cm, 300 pesos







martes, 12 de agosto de 2008

Los colores en la obra de Manuel Velázquez








Manuel es un creador de imágenes, se preocupa por que su obra conviva con las personas en su entorno cotidiano, por lo que sus diseños son sencillos y lúdicos, para esto se vale de los colores a los que confiere un valor simbólico, tal y como se describe a continuación:
El blanco expresa la paz y la pureza; crea una impresión luminosa de vació y de infinito, pero contiene una vida y un futuro virtuales positivos: el blanco es el fondo universal.
El negro es, por oposición al blanco, el símbolo del silencio; un silencio eterno e impenetrable, es un color que confiere nobleza y elegancia.
El amarillo es el color mas luminoso, cálido, ardiente y expresivo. Es el color del sol, de la luz y del oro, por lo tal es intenso y agudo, Manuel lo utiliza con frecuencia para denotar el sur de donde proviene.
El naranja posee una fuerza activa, radiante y expansiva por que evoca al amarillo y al rojo. Tiene un carácter acogedor, cálido, estimulante y una energía muy positiva. Este color esta presente en casi toda su obra.
El rojo significa vitalidad; es el color de la sangre, de la pasión, de la fuerza y del fuego. Esta ligado al principio de la vida, expresa la sensualidad, la virilidad y la energía; es exaltado y agresivo, símbolo de la sexualidad y el erotismo.
El azul es el color mas profundo, inmaterial y frió, suscita una predisposición favorable, por lo que es el color preferido de la mayoría de las personas. Cuanto mas oscuro mas atrae hacia el infinito.
El violeta mezcla de azul y rojo, es símbolo de la templanza, la lucidez y la reflexión. Es místico, provoca la concentración y la introversión. Manuel lo utiliza comúnmente en imágenes religiosas.
El verde es el color mas tranquilo y sedante. Evoca la vegetación, el frescor acuático y el mundo natural. Suscita la esperanza de una vida renovada .El verde amarillento tiene una fuerza soleada y activa.
El marrón es masculino, severo, confortable. Evoca el otoño y el equilibrio porque se asocia con el suelo que pisamos, es el color “tierra”. Cuando predomina el amarillo es el ocre asociado con el barro.
El rosa simboliza la timidez y el candor. Es suave, romántico, fantasioso y delicado. Sugiere ternura e intimidad. Culturalmente es el color femenino por excelencia. Si se presenta exaltado es un color mas mexicano, gracias a Tamayo se le conoce como rosa mexicano.
El dorado significa, el amor, la fe, las virtudes cristianas y la constancia.
El plateado simboliza la prudencia, la inocencia, la verdad y la felicidad. Estos dos últimos colores confieren gran espiritualidad ala obra de Manuel.
La condición simbólica de los colores tiene sus antecedentes en la heráldica, los escudos y banderas. Manuel retoma esta simbología, pero solo en parte porque las cosas están siempre en contexto y sus significado depende de las imágenes con las que se les asocie y del predominio del algún color sobre otro. Los colores también dependen de los códigos culturales y personales, por ejemplo: el rojo en la liturgia católica simboliza el amor divino y la sangre de cristo
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